martes, 24 de noviembre de 2009

Daumier, Honore



Honoré Daumier (pronunciación aproximada del apellido: Domié), (*Marsella 26 de febrero de 1808- † Valmondois 10 de febrero de 1879). Caricaturista, pintor, dibujante y escultor francés.

Vida y obra

Honoré Daumier nació el año 1808 en la ciudad de Marsella, pero siendo niño debió trasladarse a París junto con su familia. En París, muy joven trabajo como ujier en un tribunal de justicia y cadete en una librería, luego se dedicó a estudiar pintura y dibujo. De este modo dio inicio a su carrera de artista realizando trabajos en xilografía y la ilustración de anuncios publicitarios en los que se nota el influjo de Charlet.

En 1828 comenzó sus primeras litografías para el diario La Silhouette (La Silueta).

En 1830 inició su labor en la revista humorística La Caricature en donde adquirió merecido renombre por sus grabados y dibujos llenos de sátira y crítica social (incluyendo escenas domésticas). En 1832 comenzó a trabajar en Le Charivari, periódico humorístico-político dirigido por Charles Philipon particularmente crítico al gobierno de Luis Felipe I de Orleans, allí tuvo como compañeros a otros señalados caricaturistas:Raffet, Devéria y Grandville. Daumier precisamente por haber realizado una caricatura en la cual ese monarca aparecía retratado como Gargantúa (el glotón personaje de Rabelais), sufrió una prisión de seis meses.

En 1835 debido a la instalación de la censura en Francia, Daumier evitó la caricatura política directa y en su lugar se dedicó a ridiculizar las convenciones y costumbres entonces imperantes.

Retornó a la sátira política con la Revolución de 1848. A partir de ese mismo año 1848 se apasionó por la pintura, teniendo entonces un estilo muy influido por Delacroix, Corot, Millet, Rousseau y -en sus últimas obras- por Fragonard (Estudio del pintor) y los impresionistas (por ejemplo: La lavandera). A medida que fue perdiendo vista, tuvo que dejar la litografía y centrarse en la pintura, que abordaba con una técnica directa y apenas retocada.

También son muy valoradas sus esculturas y bustos de yeso (escayola) y bronce que realizaba principalmente para que le sirvieran de modelos al realizar sus ilustraciones.

Sus grabados se destacan por la mordacidad descarnada y sin embargo de matices exquisitos y líneas nada exentas de sutileza, al trabajar sarcásticamente los rostros, las expresiones, los gestos, con precisas exageraciones logra dar noción de la personalidad de los sujetos representados.

Es interesante notar en sus litografías el sabio uso de las combinaciones cromáticas para lograr sus cometidos de expresar situaciones emotivas en un ámbito social (existe aquí un influjo -morigerado- desde la obra de Goya); sus litografías tienen una calidad muy próxima a la pintura, en cuanto a su menos conocida pintura, se caracteriza por un patetismo logrado con masas oscuras y contrastes de colores fríos y cálidos, es así que si en sus últimos tiempos Daumier recibió influjos de los impresionistas, él previamente había ya influido en ellos, pero no queda en esto la gravitación de Daumier, también ha influido sobre los expresionistas, por ejemplo en Nolde, Ernst Barlach y Ensor.

En 1865 conociendo la grave situación económica por la cual pasaban Daumier y su esposa, su amigo el escultor Geoffroy Dechaume les convenció para que fueran a vivir a Valmondois (en Val d'Oise) donde su otro amigo, Corot, les prestó una pequeña casa en el centro del pueblo; allí falleció Daumier.

martes, 17 de noviembre de 2009

Kauffmann,Angelica



Maria Anna Angelika/Angelica Katharina Kauffmann (30 de octubre de 1741 – 5 de noviembre de 1807) fue una pintora suizo-austriaca.

Nació en Chur (Cantón de los Grisones, Suiza), pero creció en Schwarzenberg en Vorarlberg (Austria), de donde era oriunda su familia. Su padre, Johann Josef Kauffmann, era pobre y un pintor bastante mediocre, pero aparentemente muy bueno enseñando a su precoz hija. Pronto aprendió varios idiomas, leía incesantemente, y mostraba un destacado talento como música. Su mayor progreso, no obstante, era en pintura; y al cumplir los doce años se había hecho famosa, de tal manera que obispos y nobles posaban para ella. En 1754 su padre se la llevó con él a Milán. Posteriormente se repitieron más visitas a Italia, de larga duración: en 1763 visitó Roma, regresando de nuevo en 1764. De Roma marchó a Bolonia y Venecia, siendo festejada en todos los lugares a los que iba, tanto por su talento como por su encanto personal.

En agosto de 1764 Winckelmann escribió desde Roma a su amigo Franke, y menciona la excepcional popularidad de la pintora. Estaba entonces Angelica pintando su retrato, de medio cuerpo, del que también hizo un aguafuerte. Hablaba italiano, además de alemán, dice Winckelmann; e igualmente se expresa con facilidad en francés e inglés, y como resultado de este último talento era una retratista popular entre los ingleses que visitaban Roma. «Puede considerársela bella», añade, «y cantando puede igualarse a nuestros mejores virtuosos».

Estando en Venecia, Lady Wentworth, la esposa del embajador inglés, le pidió que la acompañase a Londres. Una de sus primeras obras fue un retrato de David Garrick, expuesta el año de su llegada en el «gran salón del Sr. Moreing en Maiden Lane». El rango de Lady Wentworth le abrió las puertas de la sociedad, y fue bien recibida en todas partes, mostrándole especialmente un gran favor la familia real.

Su amigo más fiel, sin embargo, fue Sir Joshua Reynolds. En su cuaderno de notas, aparece con frecuencia el nombre de la pintora, como Miss Angelica o Miss Angel, y en 1766 él la pintó, un cumplido que ella devolvió con su Retrato de Sir Joshua Reynolds. Otra prueba de su intimidad con Reynolds se encuentra en su variación de la obra de Guercino titulada Et in Arcadia ego, un tema que Reynolds repitió unos años más tarde en su retrato de la Sra. Bouverie y la Sra. Crewe.

Cuando, alrededor de noviembre de 1767, ella fue cogida en una trampa para casarse clandestinamente con un aventurero que pasaba por ser un conde sueco (el Conde de Horn), Reynolds ayudó a liberarla. Es sin duda alguna debido a los buenos oficios de Reynolds que Angelica fuese una de las fundadoras de la Royal Academy, estando entre los firmantes de la famosa petición al rey para que estableciera una Academia Real de Pintura y Escultura. En su primer catálogo de 1769 ella aparece con «R.A.» después de su nombre (un honor que compartió con otra mujer, Mary Moser); y contribuyó con Entrevista de Héctor y Andrómaca, y otras tres composiciones clásicas.

Su amistad con Reynolds fue criticada en 1775 por el académico Nathaniel Hone en su cuadro satírico El prestidigitador, en el que atacaba la moda del arte renacentista italianizado; ridiculizaba a Reynolds, e incluía una caricatura desnuda de Kauffmann, más tarde Hone pintó por encima. La obra fue rechazada por la Royal Academy.

Desde 1769 hasta 1782, Angelica exhibió sus pinturas en la exposición anual, enviando a veces hasta siete cuadros, generalmente con temas clásicos o alegóricos. Una de las más notables fue Leonardo expirando en los brazos de Francisco I 1778. En 1773 fue escogida por la Academia, con otros, para decorar la Catedral de san Pablo, y fue ella quien, con Biagio Rebecca, pintó la antigua sala de lectura de la Academia en Somerset House.

Sus mejores trabajos eran los de pintura de historia, la categoría más lucrativa dentro de la pintura académica del siglo XVIII. Bajo la dirección de Sir Joshua Reynolds, la Academia hizo un gran esfuerzo para promocionar la pintura de historia entre un público, el inglés, que estaba más interesado en encargar y comprar retratos y paisajes. A pesar de la popularidad que Kauffmann disfrutaba en la sociedad inglesa y su éxito como artista, estaba decepcionada por la relativa apatía que los ingleses sentían hacia la pintura de historia. Al final, abandonó Inglaterra y marchó al continente, donde este género estaba mejor establecido, estimado y pagado.

Es probable que su popularidad declinase un poco como consecuencia de su desafortunado primer matrimonio; pero en 1781, después de la muerte de su primer marido (del que estuvo separada durante largo tiempo), se casó con Antonio Zucchi (1728–1795), un artista veneciano por entonces residente en Inglaterra. Poco después ella se retiró a Roma, donde se hizo amiga, entre otros, de Johann Wolfgang von Goethe, quien dijo que ella trabajaba más duro y lograba más que ningún otro artista que él conociese, pero siempre impaciente, quería hacer más (Viaje italiano de Goethe, 1786-1788) y vivió durante 25 años con gran parte de su antiguo prestigio.

En 1782 murió su padre; y en 1795 su marido. Siguió contribuyendo a la Academia de manera intermitente, exponiendo por última vez en 1797. Después de esto es poco lo que produjo, y en 1807 murió en Roma, siendo honrada con un espléndido funeral dirigido por Canova. Toda la Accademia di San Luca, con numerosos eclesiásticos y virtuosos, la siguieron hasta su tumba en San Andrea delle Fratte, y, como en el entierro de Rafael, dos de sus mejores pinturas fueron llevadas en procesión.

Valoración y crítica

Las obras de Angelica Kauffmann no han conservado su reputación. Tenía cierto talento para la gracia, y considerable habilidad en la composición. Pero sus figuras carecen de variedad y expresión; y sus hombres son mujeres masculinas (merece la pena destacar que, en aquella época, las artistas femeninas no tenían acceso a modelos masculinos). Su colorido, sin embargo, queda bastante bien definido por Gustav Friedrich Waagen como «alegre». En 1911 podían verse habitaciones decoradas por su pincel en varios alojamientos. En Hampton Court había un retrato de la duquesa de Brunswick; en la National Portrait Gallery, un autorretrato (NPG 430). Otros cuadros suyos se conservan en París, Dresde, en el Hermitage en San Petersburgo, y en la Alte Pinakothek de Múnich. El cuadro de Múnich es otro autorretrato; y hay un tercero en la Galería de los Uffizi en Florencia. Unas pocas obras suyas en colecciones privadas se exponen entre los Antiguos Maestros en Burlington House. Pero quizá sea conocida sobre todo por los numerosos grabados a partir de sus dibujos hechos por Schiavonetti, Bartolozzi y otros. Los de Bartolozzi especialmente aún encuentran un favor considerable entre los coleccionistas.

Charles Willson Peale (1741-1827), artista, patriota y fundador de una de las principales dinastías artísticas de los Estados Unidos, puso a sus hijos nombres de grandes artistas europeos, incluyendo a una hija, Angelica Kauffman Peale. Su vida fue escrita en 1810 por Giovanni de Rossi. También se ha usado como inspiración para una novela romántica de Leon de Wailly (1838) y provocó la encantadora novela con la que la Sra. Richmond Ritchie contribuyó a la revista Cornhill Magazine en 1875 titulada Miss Angel.

En 2007 el correo austríaco emitió un sello postal coincidiendo con el 200 aniversario de su fallecimiento, ilustrado con su Selbstbildnis in Wäldertracht ('Autorretrato con traje típico de Vorarlberg') de 1781, que se encuentra actualmente en el Museo Provincial del Tirol (Tiroler Landesmuseum Ferdinandeum), en Innsbruck.

No debe ser confundida con la pintora Angelika Kaufmann, que nació en 1935 en Carintia, Austria.

martes, 10 de noviembre de 2009

Roberto Aizenberg




Roberto Aizenberg, Bobby, (n. 22 de agosto de 1928 en Federal, Entre Ríos; m. 16 de febrero de 1996 en Buenos Aires) pintor y escultor considerado como el más importante surrealista de la Argentina. Es representado por la galeria Ruth Benzacar.

Roberto Aizenberg era hijo de un inmigrante ruso judío que se estableció en las colonias judías de Entre Ríos, en la localidad de Villa Federal, ahora conocida como Federal. Cuando tenía 8 años su familia se mudó a la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de La Paternal. Allí realizó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires. Comenzó la carrera de arquitectura pero la abandonó para dedicarse a la pintura.

Sus comienzos fueron como alumno de Antonio Berni y luego más tarde conJuan Batlle Planas, quien le inculca el surrealismo, en la década del '50.




En 1969 el Instituto Torcuato Di Tella realizó una importante exposición retrospectiva de su obra (dibujos, collages, pinturas y esculturas).

Poco antes comenzó a convivir con la periodista y escritora Matilde Herrera y sus tres hijos. Luego de producido el golpe militar que dio origen a la dictadura conocida como Proceso de Reorganización Nacional, en 1976 y 1977, fueron secuestrados los tres hijos de su compañera y sus respectivas parejas; una de ellas, Valeria Belaustegui, estaba embarazada. Todos permanecen desaparecidos.

En 1977, a causa de la dictadura argentina de 1976-1983 debió exilarse en París. Una vez recuperada la democracia, volvió a Buenos Aires en 1984.

Murió en Buenos Aires el 16 de febrero de 1996 cuando preparaba una gran exposición retrospectiva de su obra en el Museo Nacional de Bellas Artes.


Obra

Aizenberg, como Giorgio de Chirico, admiraba la arquitectura, la idea de construcción, y en especial la arquitectura del Renacimiento. Su obra está permanentemente influida por esta fascinación sobre la que reflexionaba:

Me interesa mucho la arquitectura -me dijo-, todo lo que tiene que ver con el espacio tridimensional y no sólo con el espacio pictórico... que es bidimensional.
La obra de Aizenberg muestra torres aisladas, ciudades vacías, edificios misteriosos y deshabitados, raras construcciones poliédricas.[1]

Utilizaba óleos de secado lento para obtener acabados perfectos, una gran densidad y un brillo fuera de lo común en sus obras. Laura Feinsilber habla del "rojo Aizenberg, verde Aizenberg, azul Aizenberg".

Aizenberg utilizaba una técnica de pintura en dos fases:

la primera, utilizando el automatismo, librándose al azar;
la segunda, excluyendo todo azar, seleccionando unos pocos bocetos de entre decenas y analizando la información generado por la fase automatista.
Prestaba una gran atención a los avances científicos referidos a los procesos cerebrales relacionados con la creación. Estudiaba apasionadamente textos sobre genética y psicología y mantenía extensas conversaciones con científicos como el biólogo Daniel Goldstein.

En este sentido Aizenberg decía:

Pienso que tomamos muy por encima, abordamos todas las actividades de la especie humana sin reflexionar que primero está la especie, el macroorganismo cuyos designios no conocemos, que a lo sumo podemos sospechar vagamente...
Aizenberg criticaba severamente la utilización de modelos en la enseñanza del arte. Para él, el modelo implicaba una "rigidez total, anacrónica, totalitaria, en el sentido de la dependencia del artista al modelo, a la autoridad del modelo, es la enseñanza del arte". El modelo, para Aizenberg, era lo opuesto a la libre expresión. Sostenía que la esencia del arte moderno era la ausencia de un modelo para copiar o de una realidad exterior que debía ser imitada.

La influencia de Juan Battle Planas fue fundamental para Aizenberg. Batlle era un artista inclasificable destacaba la importancia del surrealismo y el psicoanálisis, y ubicaba la pasión en el centro de la actividad del artista, con el fin de utilizar el automatismo energético como agente catalizador del inconsciente colectivo.

martes, 3 de noviembre de 2009

Pacecco de Rosa



Giovanni Francesco de Rosa, conocido como Pacecco de Rosa (Nápoles, 17 o 27 de noviembre de 1607 - Nápoles, 1656), fue un pintor italiano activo en Nápoles durante el Barroco, muy cercano al círculo filoespañol de artistas que rodeó a José de Ribera, el Spagnoletto.

Hijo de un pintor napolitano, Tommaso de Rosa, del cual casi nada se sabe, quedó huérfano pronto, casándose su madre en segundas nupcias con Filippo Vitale, también pintor, que enseñó a su ahijado los rudimentos del oficio.

No conocemos con certeza datos de su juventud. Su primera obra documentada San Nicolás de Bari y el niño Basilio, data de 1636, y ya le muestra como un artista maduro, influido por Domenichino, que había residido en Nápoles en 1631. La estancia de Artemisia Gentileschi en la ciudad (1627) también parece haber sido importante para el arte de Pacecco. Sus ricos colores y su talento en el uso de la luz parecen indicarlo así.

Sin embargo, todavía existe confusión a la hora de adjudicar autoría a muchas obras de Pacecco. El hecho de que trabajara conjuntamente en diversos encargos con su suegro Vitale dificulta la tarea. De Rosa estuvo a sueldo en su taller hasta la muerte del padrastro en 1650. No obstante, parece que el alumno sobrepasó al maestro y llegó a influir en sus últimas obras de manera notable. Pacecco modificó la estaticidad típica de las obras de Filippo Vitale y suavizó las los contornos de las figuras, dulcificando la dureza del maestro.

Parece que su primer fase artística está cercana a los principios caravaggescos del claroscuro, probablemente por influencia de Ribera, para después enriquecer su paleta con colores más brillantes y variados. A partir de 1630 su principal fuente de inspiración será la obra de su colega Massimo Stanzione.

La década de 1650 es la de plenitud como artista. Sin embargo, el hecho de mantener un activo taller con numerosos ayudantes repercutirá en la calidad de su trabajo, que se industrializará en exceso. No obstante, datan de esta época de madurez algunos de los más ambiciosos encargos públicos, que ejecutó con brillantez.

Aunque no consta evidencia documental, parece que De Rosa pereció junto con su familia en la espantosa epidemia de peste que asoló Nápoles en 1656.

Alumno suyo fue Filippo Donzelli. Su hermana Grazia contrajo matrimonio con otro pintor valenciano establecido en la capital napolitana.