viernes, 27 de febrero de 2009

ROA VILLAGRA, ISRAEL



Pintor chileno. Nació en Angol el 28 de mayo de 1909. En 1927 llegó a Santiago para matricularse en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde fue alumno de Juan Francisco González, Richon Brunet y del escultor Virginio Arias.
Perteneció a la Generación del ‘40 integrada por Sergio Montecino, Carlos Pedraza y Ximena Cristi, entre otros, quienes compartieron la aproximación subjetiva y afectiva a la realidad.

En ellos resurgió el amor por la naturaleza chilena, por las escenas costumbristas, los interiores, las figuras meditativas o por atractivos bodegones.

En 1937 viajó a Europa con la beca Humboldt que le permitió continuar sus estudios en la Academia de Artes de Berlín en Alemania. Allí conoció el arte de los expresionistas germanos con los que se sintió identificado.

Volvió a Chile por poco tiempo, pues en 1944 viajó a Brasil, becado por el gobierno de ese país durante un año. Allí su afán colorista recibió un nuevo impulso.
Posteriormente, entre 1939 y 1969, ejerció la docencia en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, impartiendo la cátedra de acuarela. Durante esos treinta años contribuyó a formar nuevas generaciones de artistas y entre sus alumnos Más destacados estuvo el pintor Reinaldo Villaseñor.

También dictó cursos de dibujo y pintura en la Escuela de Verano de la Universidad de Valparaíso.

En 1985 fue distinguido con el Premio Nacional de Arte.

Pintor de fiestas populares, paisajes, naturalezas muertas y retratos, Roa ha sido considerado como expresionista por su fuerte exaltación cromática y formal.

En sus óleos y acuarelas dejó al descubierto la fuerza del paisaje chileno y con un sabor autóctono, lleno de sentimientos, enfatizó la sensualidad y el desenfado de la factura, rasgos distintivos de la Generación a la que pertenecía.

Sintió atracción por las sensaciones primarias, por la vida instintiva ajena a elaboraciones intelectuales, por la materia y las cualidades sensibles de los objetos.

En las composiciones de costumbres, Roa logró revivir con alegría e ímpetu, las fiestas populares o las mágicas y misteriosas escenas de la tradición aborigen, a veces fijó la atención en detalles inesperados como en el caso de "Ventanal" ("Pioja"), donde su proyección fue Más allá de los techos humildes de las barras de un pobre ventanal.

La gracia criolla, el humor jocoso o negro unido a una inclinación expresionista, a un estado intenso y desafiante estuvieron siempre presentes en sus telas a través de un tratamiento apasionado de la técnica pictórica como en el caso de "18 de septiembre", "Cementerio de Angol", "Las viudas de Rapa Nui", "Mi tío Cardenio", cuadros de temas vernáculos.

El tratamiento expresionista también lo manifestó en retratos como "Figura", donde un dibujo vigoroso, incisivo, de colorido intenso, indicaron la huella de los pintores expresionistas.

Roa se mantuvo siempre fiel a la búsqueda de los valores entrañables del ámbito chileno, como reveló su óleo "La tirana", donde se inclinó por una certera y escueta captación de lo autóctono.

Roa ha sido considerado como uno de los principales exponentes de la acuarela en Chile, junto a Hardy Wistuba, Ricardo Anwandter y Fernando Morales Jordán.

Galardonado en numerosos certámenes nacionales y extranjeros, varios de sus cuadros fueron adquiridos por museos americanos, entre ellos "El día del pintor" de 1941 que pertenece a la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York y "Lomas de Temuco" que se encuentra en el Museo de Río de Janeiro, Brasil.

AdeMás, su labor docente que se extendió por treinta años, tuvo mucha importancia en la formación de destacados artistas nacionales.

Algunos de los premios y distinciones con que ha sido homenajeado son:

medalla de oro, Exposición de Pintura organizada por el periódico La Nación (1930); primer premio en el Salón Oficial (1933); tercera medalla, Exposición de Artes Plásticas del IV Centenario de Valparaíso (1937); medalla de oro, mención dibujo y acuarela, Exposición de Arte Chileno en Buenos Aires, Argentina (1940); primer premio mención acuarela, Salón Oficial, Santiago (1941); primer premio del Salón de Viña del Mar (1942); primer premio de pintura del Salón Oficial, Santiago (1943); medalla de plata otorgada por la Municipalidad de Valparaíso (1944); primer premio, concurso Marcial Martínez, Santiago (1945); premio de honor, Salón Oficial, Santiago (1946); medalla de oro, otorgada por la Ilustre Municipalidad de Angol, distinguido como ciudadano ilustre (1946); primer premio mención pintura, Salón de Verano de Viña del Mar (1951); premio de honor, Salón de Verano de Viña del Mar (1955); premio de la crítica (1972) y Premio Nacional de Arte, otorgado el 26 de agosto de 1985.

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